Para legalizar un documento público extranjero es necesario la solicitud de un acto administrativo a partir del cual se dote de validez al mismo. Con el fin de comprobar la autenticidad del documento y la firma y la calidad de la autoridad que firma el mismo un funcionario, notario o juez será el encargado de realizar este procedimiento de legalización.
No solo los documentos públicos extranjeros en nuestro país sino que cualquier documento público español deberá pasar por estos trámites en el extranjero sino existe algún tipo de instrumentos jurídicos que eximan de esta obligación.
Con el fin de simplificar estos procedimientos o evitarlos, en su caso, los países acuerdan a través de Convenios como el de La Haya el reconocimiento mutuo de los documentos públicos extranjeros procedentes de países firmantes con el fin de evitar todo el procedimiento administrativo y facilitar estos trámites al ciudadano. Si este es el caso, simplemente basta un sello o apostilla para la legalización.
Los documentos susceptibles de legalización son los originales y las copias auténticas expedidas por las Autoridades de la Administración Pública emisoras.
Las actas de nacimiento, matrimonio o defunción son documentos que pueden ser utilizados en el extranjero una vez legalizados.