Paralizar una expulsión

Cuando una persona recibe un expediente de expulsión, lo primero que debe hacer, y lo más razonable, es solicitar la suspensión del acto administrativo. Con ello se consigue que, entre que se solicita la suspensión ante el Tribunal y éste dicta la correspondiente resolución, la Brigada de Extranjería no ejecute la orden de expulsión y la persona sea repatriada. Es por ello que el primer paso es ponerse rápidamente en manos de un abogado de extranjería.

El abogado le recomendará que, hasta que se inicie el expediente de expulsión y exista resolución expresa, se mantenga ilocalizable, para evitar ser enviado a un Centro de Internamiento. Mientras tanto, el abogado se encargará de suspender la expulsión, pidiéndole que le entregue todos los documentos que demuestren el arraigo. Si la cosa se pone fea, el abogado pedirá otra sanción que no sea la expulsión, como puede ser el pago de una determinada cantidad (suele rondar los 500€), para poder permanecer en el país. En este caso, se sustituye la expulsión por una multa, que suele ser mucho mejor que tener que volver al país de origen. Esto se consigue alegando que la expulsión resulta desproporcionada como medida sancionadora, dependiendo del motivo que haya generado la expulsión.

Otro motivo, aparte de la estancia irregular, es haber cometido alguna actividad contraria al orden público, infringir la seguridad ciudadana, traficar con drogas, haber cometido algún delito, etc. Si se encuentra en alguno de estos supuestos, póngase en contacto con nuestros abogados en Madrid para que aleguen el principio de presunción de inocencia. Ellos intentarán evitar que se incoe el procedimiento de expulsión. No obstante, no siempre resulta. Por este motivo, y ya que el tiempo corre en su contra, póngase rápido en contacto con nuestros abogados expertos en extranjería. Estamos en Madrid, encantados de poder ayudarle.

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